20 Feb Últimas tendencias en formación y desarrollo de directivos
La formación a directivos ha evolucionado considerablemente en los últimos años. Con el paso del tiempo el mercado ha incorporado novedosos e interesantes planteamientos que han ido perfilando poco a poco al directivo moderno y vanguardista, adecuado para liderar el tejido empresarial del siglo XXI.
Liderazgo transformacional, coaching, mentoring, gurús de prestigio, escuelas de negocio especializadas, metodologías importadas… la gama de posibilidades que una gran corporación maneja para desarrollar a su colectivo de mandos es variada y está al alcance, además, a través de múltiples canales (online, presencial, acompañamiento en terreno, etc.)
Toda esta tendencia ha despertado y sigue despertando un inusitado interés en el entorno directivo y empresarial. No sería lógico ni adecuado cuestionar aquí la utilidad de estos planteamientos, pero quizá sí su transferencia a la realidad. El traslado al día a día de la mayor parte de las metodologías trabajadas depende casi siempre del propio directivo, de su interpretación personal y de su capacidad para convertir en hábitos y comportamientos los contenidos adquiridos o los modelos trabajados. Es decir, la aplicabilidad es heterogénea y relativa.
La pregunta es: ¿Por qué no se forma en sistemática directiva? Algunas compañías empiezan a trabajar de forma decidida y firme en esta línea de actuación. Se trata de generar una sistemática, una forma de hacer homogénea que contemple de manera detallada un patrón de acciones y comportamientos comunes a todos los directivos de la organización.
En primer lugar, debemos establecer los escenarios necesarios para conseguir buenos resultados en la gestión del Área y concretar los parámetros que definen y caracterizan a cada uno de ellos. Por ser más claros, se define primero el escenario, los objetivos, la agenda a seguir, los participantes, la periodicidad y las herramientas de apoyo; de este modo detallamos el QUÉ, pero también debemos abordar el CÓMO. En esta segunda dimensión, una estructura de ‘Antes, Durante y Después’ permite protocolizar la manera de actuar de todos los directivos, con apoyos en forma de soportes y check list de seguimiento.
Queda claro que esta nueva tendencia apuesta por protocolizar la actuación y sobre todo trata de convertir en homogéneo el comportamiento directivo de una empresa. Después el factor humano siempre aparece y los managers lo pueden hacer mejor o peor, pero cuentan con una sistemática directiva única para toda la compañía, reflejada además en ‘Guías de Protocolo’ que recogen cada proceso crítico y la manera de afrontarlo con éxito.