01 Abr No busques fuera la motivación que puedes generar tú mismo
Para escribir esta reflexión me he basado en el ejemplo de un gran profesional que trabaja desde hace más de tres décadas en la función de Formación y Desarrollo, en una importante organización ubicada en el sur de España. ¿Cuál es el secreto de su invariable motivación? ¿Cómo es posible aguantar tanto tiempo en la misma posición, manteniendo intacto el entusiasmo?
Tomando este ejemplo, y si pensamos en la función de Formación y Desarrollo en esta compañía en concreto, en los últimos 15 años se han producido cambios importantes que podríamos sintetizar en tres etapas: Una fase ‘Estratégica’ (en la que primó la optimización de recursos) una etapa más ‘Académica’ (en la que había abundancia y se dilapidaron muchos recursos) y un periodo más reciente que podríamos denominar de ‘Reestructuración’ (caracterizado por la ostensible reducción de presupuestos y la importancia de la creatividad).
Resumiendo, ha sido un entorno de cambios considerables en el que muy pocas personas se han mantenido en la función y en la misma compañía. Al final, es lo que ha ocurrido en todos los sectores y en todas las empresas. ¿Cómo afrontar entonces esta realidad manteniendo la motivación? Volviendo a este profesional que citaba al principio del artículo, encuentro en él 4 comportamientos críticos que le han permitido encontrar en sí mismo esos ‘yacimientos de motivación’ que proporcionan la energía imprescindible para movilizarse, a pesar de las circunstancias externas. Podríamos diferenciarlos de la siguiente manera:
- Transformar tus metas y retos: Hay personas que siguen anclados en sus viejas expectativas, frustrados, sin ser capaces de transformar sus metas. Esta es una clave para generar automotivación y alejarse de la sensación de fracaso.
- Evolucionar en tu forma de hacer: Es fundamental adaptar el modo de actuar a los nuevos ciclos, sin lamentarse por los cambios que van sucediendo y sin echar la culpa a circunstancias externas. Nueva realidad, nuevas actividades.
- Valorar el aprendizaje que se adquiere: El entorno cambiante ofrece siempre nuevas oportunidades para integrar conocimiento, aprendizaje al fin y al cabo. Entender las novedades desde esta perspectiva es energía pura.
- Disfrutar de los logros conseguidos: No se trata de vanagloriarse en exceso, pero es evidente que una persona que es consciente de los logros que consigue y los celebra, impulsa con fuerza su automotivación.
Muchos profesionales buscan afuera la motivación que necesitan y en realidad lo que encuentran son excusas para su descontento. Si uno mismo no se autorefuerza en escenarios que cambian continuamente (prácticamente todos) es muy fácil caer en la frustración, cuando en verdad puedes encontrar las fuentes de motivación en ti mismo. Aquí, a través de un ejemplo, hemos sintetizado los mecanismos de autorefuerzo que nos pueden ayudar a generar esa energía que nos moviliza.