06 Jul Mejor redescubrir que reinventar
Reinventar se ha convertido en un verbo de moda. ¿Por qué? ¿Qué tiene este término que despierta tanto interés? Probablemente la razón del éxito en la cantidad de seguidores del concepto está en las inquietudes de los mismos seguidores. Reinventar sugiere renovación, cambio, un nuevo comienzo, nuevas fórmulas… Y cuando nos encontramos en una situación como la actual, reinventar parece la solución definitiva. Pero… ¿Siempre resulta factible reinventar y reinventarse?
Cuando una empresa se plantea reinventar sus productos, ¿Debería empezar de cero descartando todo lo anterior? Si soy un comercial y quiero reinventar mi trabajo, ¿Debería dejar de lado toda mi anterior forma de hacer y emprender una forma de gestión totalmente diferente? Parece lógico decir que no se trata de eso, que reinventar es más bien como rediseñar, pero con más profundidad. Hace unas décadas el concepto de moda era rediseñar, y por todas partes circulaban los mensajes de «rediseño de la empresa», rediseño de procesos», rediseño de la estrategia»…
Me gusta más redescubrir porque le encuentro tres elementos atractivos:
- Redescubrir apunta a mirar con nuevos ojos. Reinventar pone el foco en el invento, redescubrir da protagonismo al sujeto. Es la persona la que debe cambiar su manera de mirar, y por lo tanto de actuar, descubriendo nuevas facetas, alternativas o maneras de hacer.
- Redescubrir nos lleva a explorar lo positivo de lo que hay, re-valorando los beneficios y posibilidades que ofrece, y sacando a la luz posibilidades y potencialidades. Redescubrir aporta ilusión, mientras reinventar tiene un toque de incertidumbre que puede resultar inquietante. Sobre todo cuando alguien te dice que «Tienes que reinventarte», agobia un poco ¿No?
- Redescubrir aprovecha lo bueno de lo que tengo: experiencias, recursos y capacidades, renovando la manera de aprovecharlo y sacarle partido.
En definitiva, reinventemos, pero aprovechando todo lo positivo de nosotros mismos y de lo que nos rodea, con ilusión y confianza, y sobre todo con determinación. O sea, reinventemos lo que no funciona y redescubramos nuestro negocio, nuestro papel en el trabajo y ante la vida. Sobre todo, redescubramos a las personas que nos rodean, compañeros, colaboradores, clientes y proveedores. Hay mucho de bueno a nuestro alrededor, y está esperando a que lo valoremos y le saquemos partido. Quizá redescubrir sea el complemento preciso de reinventar.