12 Ene Formación y desarrollo: la hora de la multicanalidad

La formación presencial no hace milagros. Es una locura pensar que 14 horas de curso lo solucionan todo: sensibilizar al colectivo, entrenarles en un determinado modelo, que el aprendizaje quede bien consolidado, asegurar una continuidad en la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos y que encima los participantes salgan motivados. Un curso presencial no puede abarcar todas estas pretensiones. ¡Es imposible!

Actualmente estamos abandonando esa arraigada creencia en el impacto intensivo y empezamos a valorar los beneficios de la multicanalidad en los proyectos formativos. A veces puede dar la sensación de que el entorno empresarial desconoce las posibilidades de la multicanalidad, pero cada vez valora más las nuevas opciones de intervención que permiten conseguir los objetivos por distintas vías y de forma mucho más dinámica.

LA DICOTOMÍA ONLINE – PRESENCIAL

“Hemos reducido las horas de formación presencial y hemos aumentado las de formación online”. Esta frase, o parecida, la hemos escuchado en los últimos años con bastante frecuencia en boca de responsables de formación de grandes empresas. Aludiendo al ajuste de coste como principal argumento, muchos han sacado pecho con el número de horas dedicadas a la formación online en detrimento de la clásica formación presencial. Sin embargo, surge la pregunta inmediata: ¿Qué retorno se ha obtenido con esa sustitución?

Muchas veces la mera sustitución de horas presenciales por formación online permite un ahorro considerable, pero también conlleva un coste de eficacia importante. Y es que los canales presenciales y online no son excluyentes sino complementarios y es de esta dicotomía de donde surge la multicanalidad como clave fundamental para los proyectos de formación y desarrollo.

PROYECTO FORMATIVO MULTICANAL

Además de los citados online y presencial (ambos importantes e imprescindibles) contamos con otros canales: presencial-virtual, acompañamiento, responsable inmediato, multiconferencia, canal telefónico, email… Cada uno de ellos es apropiado y eficaz en un determinado contexto, es decir para una determinada finalidad y dependiendo del contenido que queramos transmitir.

Por ejemplo, a la hora implantar una nueva sistemática comercial, necesitaríamos sensibilizar primero al colectivo con una acción online breve e impactante; después llevaríamos a cabo un taller presencial práctico para interiorizar la sistemática; el proceso podría continuar dos semanas después consolidando los conocimientos con una sesión presencial-virtual a modo de workshop y culminaría con un seguimiento en la posición por parte de la línea de mandos que verificara la implantación.

Ahora pensemos en un ejemplo diferente: un proyecto de habilidades directivas. En este caso, a lo mejor hay que apostar por un entrenamiento presencial y, en todo caso, con un workshop presencial-virtual para consolidar lo aprendido.

Son sólo dos ejemplos que nos permiten sintetizar las claves de la complementariedad multicanal: Se trata de determinar la finalidad que se persigue y el contenido que queremos transmitir para seleccionar el canal más adecuado en cada caso.

LOS BENEFICIOS DE LA MULTICANALIDAD

En base a nuestra experiencia en los proyectos formativos multicanal que hemos llevado a cabo hasta el momento, podemos sintetizar una serie de beneficios claros de esta nueva tendencia. El primero de ellos es la reducción de costes. Otro aspecto muy positivo es que los impactos formativos son más continuos y extensivos, lo que posibilita mantener el aprendizaje por más tiempo. Además, es un modelo que permite personalizar el desarrollo para cada profesional de un modo más sencillo y operativo. Por último, la variedad de canales e impactos formativos hace que el proyecto resulte más dinámico y motivador para los profesionales participantes.

En conclusión, el nuevo reto de los departamentos de formación de las grandes compañías es aprovechar la complementariedad de los canales para diseñar proyectos formativos eficaces, rentables y atractivos para el participante. Ha llegado la verdadera hora de la multicanalidad.