11 Oct Cultivar la proactividad
Una de las inquietudes más frecuentes de empresas y directivos es la proactividad de sus equipos. Sin duda es un tema fundamental. Cuando los trabajadores de una empresa se comprometen hasta el punto de adelantarse a las circunstancias y emprendiendo líneas de acción, los equipos de trabajo ganan eficacia y competitividad. Como consecuencia, mejora el ambiente de trabajo y progresa la motivación.
Lo que me pregunto es… ¿Qué hacemos los directivos para potenciar la proactividad? Aprovecharla cuando surge está al alcance de cualquiera, alentarla y fomentarla es una exigencia real, casi clave de supervivencia en panoramas competitivos como el actual.
He observado 4 rasgos característicos de líderes destacados en el cultivo de la proactividad:
- Aprovechar el potencial: Las personas actuamos más proactivamente en lo que somos más competentes. Trabaja la proactividad de cada persona en lo que hace mejor, refuerza y reconoce sus logros, y conviértelo en un referente para el equipo.
- Aporta criterio y horizonte: La falta de iniciativa, a veces, es consecuencia de la falta de información. Dedica tiempo a dar información de medio y largo plazo a las personas. Sin conocer la estrategia y los retos del equipo es muy difícil que surjan propuestas o iniciativas, los individuos se quedarán esperando instrucciones.
- Procura castigar menos y formar más: Uno de los motivos más poderosos para no tomar iniciativa es el miedo a equivocarse. Castigar los errores deja al sujeto con pocas ganas de asumir riesgos. Sin embargo, dar explicaciones y aportar criterios ayuda a aprovechar la experiencia, aunque sea una experiencia de fracaso.
Y la última, quizá la más importante… - Pasar de conversaciones sobre ¿Qué has hecho? a otras del tipo ¿Qué vas a hacer?: El impulso inicial que necesita la proactividad es algo que puede aprenderse y el líder lo debe enseñar. Las conversaciones bidireccionales sobre el futuro -centradas en la acción- ponen la atención del colaborador en las dos claves de la proactividad: Futuro y Acción.
Cultivar la proactividad empieza por sembrar información y criterio en el terreno apropiado. Después, aplica cuidados basados en confianza y conversaciones de acción y futuro. Antes de lo que crees recogerás el preciado fruto de la proactividad.