02 Feb Cómo “cargar las pilas” en un proyecto con un impacto online
Pensemos en un proyecto estratégico que debe arrancar con fuerza y mantener su implantación en el tiempo; o un nuevo modelo de actuación que tiene que calar hondo en un colectivo determinado; recordemos aquella herramienta tecnológica que inicialmente resultó muy práctica y después apenas se utilizó; o ese producto que podría venderse mucho más, pero que nuestra red comercial no acaba de manejar con confianza… Todos estos ejemplos tiene algo en común: ¡son proyectos que en un momento determinado necesitaron o necesitarán un impulso!
En muchas ocasiones hemos debatido sobre la implantación de proyectos empresariales en los que se invierten recursos de diseño y preparación, pero no se piensa demasiado en la implantación posterior. Y es que la mayor parte de las iniciativas empresariales arrancan con ímpetu… y en muy poco tiempo pierden intensidad y suenan a fracaso, cuando en realidad lo único que necesitan es un impulso en un momento determinado.
Pero no estamos hablando de un impulso cualquiera, sino un impacto comunicativo, atractivo y pragmático que actúe de refuerzo e implique con eficacia a los profesionales sin demandar de ellos demasiado esfuerzo. Hablamos de esa comunicación en un momento clave, que determina muchas veces el éxito de un proyecto.
La tecnología vuelve a aparecer como respuesta. En la vorágine de nuestro día a día, con una carga de trabajo alta y agendas repletas de compromisos, la tecnología nos permitiría realizar ese impulso necesario del proyecto a través de un impacto multidispositivo de sólo 10 minutos, que llegaría a todos los interesados de una manera directa y diferente.
Se trata, sencillamente, de “cargar pilas” con una actividad online rápida, sencilla e impactante. Independientemente del contenido a impulsar (proyecto, herramienta, producto, estrategia, programa formativo…) la información podría desarrollarse en una secuencia lógica con los siguientes pasos:
- Descubre: Como arranque, el impacto online realiza una introducción audiovisual que sitúa al participante en el proyecto, herramienta, programa…
- ¿Por qué?: Con información gráfica y sintetizada de las principales razones que justifican el proyecto que tengamos entre manos.
- Profundiza: Una fase destinada a conocer con mayor detalle el proyecto: funcionalidades, características, apartados, estructura…
- Los beneficios: Para implicar al participante con las principales ventajas del proyecto en cuestión. Un apartado clave para el impulso.
- Mi reflexión: El momento en que el participante analiza y piensa sobre cómo le afecta el proyecto (beneficios y dificultades) guiado por un sencillo cuestionario.
- ¡Vamos allá! El último apartado invita al participante a ponerse en marcha y a participar activamente en el proyecto.
Cualquier contenido cabe en este proceso que podría incluir impactos de diferente naturaleza como vídeos, dinámicas interactivas o presentaciones. En poco tiempo (apenas 10 minutos) y en el canal adecuado (dispositivo móvil u ordenador) cumpliríamos con el objetivo de impulsar contenidos estratégicos. En definitiva, cargar pilas para mantener la implicación de los profesionales y sensibilizar sobre la importancia de proyectos clave para la organización.